viernes, 28 de septiembre de 2007

Poema: QUIERO...


Quiero…

Por: Myrna Martínez Muñiz

Hoy soy más que ayer, mujer
ayer era quizás, una simple cosa
el hoy es para mi, un sueño libre
el futuro en mi vida, no provoca.


En este torbellino de ideas busco
la frialdad de la luna hermosa
en el sol, el calor que provoca
del viento, el dolor que azota.


Quiero pintarme de arco iris
jugar a que soy frágil mariposa
cantar una canción con las estrellas
actuar en el escenario, de la vía láctea.

Quiero ser yo, sin ser yo misma
buscar la paz interior que agoniza
decirle al mundo mi verdad que incita
quiero ser yo misma, ser infinita…

Que vivan nuestros niños


Que vivan nuestros niños!
A todos mis estudiantes de la escuela Miguel González Bauzá,
en Peñuelas Puerto Rico en su primer día de clases


Los niños de mi escuela regresan a estudiar
con sus nuevos vestidos y llenos de bondad
sus gritos, travesuras, nos hacen suspirar
son lindos nuestros niños de escuela elemental.


¡Que vivan nuestros niños, vengan a celebrar
esta es su Casa Grande, su escuela elemental
la fiesta ya comienza, la fiesta intelectual
que vivan nuestros niños, gracias por regresar!


Sus gritos y algarabía, su modo de jugar
de alegrías llenan, el ámbito escolar
se siente el regocijo en todo el litoral
que viva nuestra escuela, Miguel González Bauzá…!


Por: Myrna Martínez Muñiz
Maestra de Teatro

Río Guayanés


Mi Río Guayanés:
Poema Por: Myrna Martínez Muñiz

Río Guayanés, caudaloso río de aguas cristalinas
guardas los secretos y tragedias de pasiones vividas
tú sabes de amores, sufrimientos y de risas
de llantos, promesas, de amores sin prisa.

Tú has sido testigo de amores prohibidos
servido de lecho en sábanas terciopelo
has visto entregas de pasiones en secreto
Río Guayanés, mi río, mi desvelo.

Eres en mi vida un recuerdo hermoso
de niña te cruzaba virgen y descalza
sintiendo en mi piel tus cristalinas aguas
estas en mi recuerdo, en el cofre de mi alma.

De ti Río Guayanés, amo la historia que guardas
desde tus veredas, y profundas frías aguas
te has llevado nombres que solo tú conoces
historias de pasiones, amores, y desgracias.

Río Guayanés de aguas caudalosas
de turbulentas crecientes, de aguas mansas
así Río Guayanés, es como hoy te recuerdo
eres cultura, tradición, vivencias, de mi alma...

Íntima


Poema por: Myrna Martínez Muñiz

Intimidad es algo que me pertenece
no tengo que decirlo es solo mío
lo que siento y hago es mi secreto
no me importa que lo tilden de egoísmo.

Quién soy me pregunto en lo intimo
ni yo misma me conozco no lo sé
solo soy una mujer que ha amado
en todo su sentido, sin dejar de ser.

Soy mujer de pensamiento libre
que mi pecado solo ha sido, ser
lo que siente y piensa solo dice
esa mujer es solo, una mujer

Y creó la mujer


Y creó la mujer…
8 de marzo de 2006


El Señor creó el Universo, pero encontró que aún faltaba algo para hacerlo perfecto. Tomó el polvo de la tierra lo besó y le dio un soplo de vida. La hizo como los colores del arco iris, después de un atardecer lleno de lluvia. Sublime y hermosa como los pétalos de las rosas llenos de roció, en un amanecer. Con profundidad de pensamiento, tan profunda como las aguas del mar. Inmensa como el horizonte en la lejanía. La creó tan fuerte como conchas en la profundidad del Océano. Débil como las alas de una hermosa mariposa. Romántica como una noche de luna llena. Hermosa y brillante como un cielo lleno de estrellas. Cuando Dios, el Arquitecto del Universo unió todas estas cosas las besó y sonrió. Le regaló un corazón lleno de amor y de ternura. Entonces le dijo: De hoy en adelante te llamaré: Mujer…
Por: Myrna Martínez Muñiz

Niño Taíno
Por: Myrna Martínez Muñiz


Niño taíno tu sangre
es la mezcla de tres razas
Negra, Española India
con sabor de azúcar y melaza.

De la colonización
surge la mezcla trina
nace el “puertorriqueño”
ímpetuoso con sangre taína.

El mar Caribe es la cuna
es tu legado es tu herencia
huellas que trascienden los mares
con gallardía y sapiencia.

Niño taíno tu sangre
es fuente de inspiración
tu sangre mezclan tres razas
símbolo de una liberación.

Canción de la amistad



Hoy es un día maravilloso
es una noche de esplendor
canto alegre mis sentimientos
sé la dedico al creador.

Hoy es un día maravilloso
lleno de gozo, de bendición
toma la mano del compañero
con un abrazo, dale tu amor.

Busca en tu alma, esa paz interna
está profunda en tu corazón
es la esperanza, de un mundo nuevo
que siempre reine, reine el amor.
Hoy es un día maravilloso
hoy es un día mucho mejor
canta conmigo, canta mi amigo
dame un abrazo, dame tu amor.

Hoy es un día maravilloso
es una noche llena de amor
con alegría todos unidos
mil bendiciones damos a Dios.



Para la reflexión
Por: Myrna Martínez Muñiz
Dedicado a todos los amigos que amamos de corazón
10 de febrero de 2007
Lajas, Puerto Rico

Cuento: Siete Mesina.... por Myrna Martínez


Se escucho un grito desgarrador, horas de silencio, perros ladrando, augurando un nacimiento prematuro. El canto del gallo se escuchó, apenas se vieron los primeros rayos del sol. La comadrona fumaba su cigarro con gran nerviosismo, limpiándose las manos constantemente, como si aún sintieran la sangre de aquella mujer que casi se había desangrado con el nacimiento de su hija siete mesina. Había perdido mucha sangre. Tanto la hija como la madre podrían morir. L comadrona tenía su mirada perdida en el horizonte, en aquellas hermosas montañas que circundaban la hermosura del barrio Quebrada Ceiba esa madrugada del 7 de marzo del 54. Las montañas parecían más hermosas que nunca, pero inalcanzables. El sol asomaba su hermosa y radiante cara. Era un amanecer diferente, para doña Carmen, la comadrona del barrio, nunca se había topado con un nacimiento tan peligroso y arriesgado. Tantos niños que había traído al mundo en ese barrio, pero ninguno tan difícil como aquel. Sentía pena por aquella mujer que había luchado y sacrificado su inocencia de niña por tener a su hija. Ella conocía la triste historia. Las circunstancias a las que se había expuesto y a los sufrimientos que había pasado. Con el padre de la criatura. Siempre de juegos y bebe latas. El la maltrataba física y verbalmente, todos en el barrio lo sabían. Aquella mujer había soportado demasiados sufrimientos y vejámenes y ahora luchaba con todas sus fuerzas, para traer a esa criatura al mundo, su primera hija. Aún así, con todo lo vivido, ella quiso tenerla y estaba arriesgando su vida por eso. Quería tenerla, pero la vida misma, se la quería arrebatar. Su vida se extinguía, apenas se mantenía con los ojos abiertos. En un último intento, parió la criatura. La niña agonizaba, solo seria cuestión de horas, esperar, pensó la comadrona. Esa criatura luchaba por respirar. La madre como pudo, amamantó aquello que realmente daba lastima observarlo. Una niña de piel amarillenta, casi transparente, unos ojos desorbitados, piernas largas, apenas dos hilachas de pelo que enmarcaban su cara redonda. Su madre la abrazaba a su regazo, la alimentaba con su vida, dándole el poco calor que le quedaba en su cuerpo. En aquel silencio solo se escuchaba el llanto desgarrador de aquella criatura y los sollozos de aquella madre, que con su fe inquebrantable, pedía al Señor, que no se la arrebatara, pues era lo único que tenía. Solo le pedía un “Milagro”, que su hija se salvara. A pesar de que si ella moría lo hacia en paz, pues sabía, que sus padres y hermanas cuidarían de la niña. La comadrona fumaba un cigarro tras otro, ignorando los pensamientos de angustia de aquella madre, que apenas se sostenía con vida. Un rosario de camándulas se deslizaban entre los dedos de la comadrona, era cuestión de horas, pensaba, solo había que esperar… Un nuevo amanecer, perros ladrando. Siete de marzo de 1955, una mañana radiante llena de esperanza. Se escuchan gritos y alborozos juegos de niños. Una niña, juega de mamá con su muñeca de trapo. Su madre ausente, se la había enviado, como regalo de su primer cumpleaños. Risas de alegría y esperanza de aquella niña, se escuchaban en todo el litoral. Unos abuelos felices y orgullosos de tener y criar a su primera nieta. En el Bronx de Nueva York,, una mañana de invierno, una madre va camino hacia una fábrica, derramando lágrimas de ausencia. Su llanto es por su única hija, que apenas pudo abrazar y ver crecer, pero a la vez, sus lágrimas eran de felicidad. Pues vio cumplir, el “Milagro” que pidió….